En una entrada anterior (la puedes encontrar aquí https://bit.ly/3gIb1E7), comentaba sobre la metodología OGSM y como esta pueda ayudar a simplificar y hacer más fácil de entender y de ejecutar el plan estratégico de la compañía.
OGSM son las siglas de Objective (Objetivo), Goals (Metas), Strategies (Estrategias) y Measures (Medidas o Indicadores).
El Objetivo es una mezcla de la visión y la misión de la empresa. Es lo que se quiere conseguir en el plazo elegido y es siempre un enunciado cualitativo, no numérico, ya que reservamos los números para las metas (Goals).
El Objetivo es en resumen y en el marco de esta metodología, dónde y cómo nos queremos ver en el futuro como organización (o como persona). Pero esa visión que estará plenamente ligada al propósito de la empresa, debe tener una serie de características que la ayuden a ser posible.
Para los autores Marc Van Eck & Ellen Leenhouts, un “Objetivo sólido” debe:
· Ser ambicioso pero alcanzable.
· Ser intelectualmente bueno y emocionalmente atractivo (para los equipos).
· Ser intuitivamente comprensible.
· Proveer una dirección clara.
Una o dos líneas serán suficientes para enunciar un buen objetivo, que debe siempre incluir un qué y un cómo soñadores pero realistas.
Los largos enunciados de Visión y Misión, pegados en la pared de las recepciones de las empresas, debería pasar a mejor vida con algo simple que todo trabajador fácilmente pueda entender y explicar con sus propias palabras.
El ejercicio de definir el Objetivo de la empresa no deja atrás en análisis FODA (SWOT), sino que más bien arranca con él y con algunas otras herramientas que permitirán conocer nuestras capacidades presentes y futuras, y qué tan viable es nuestra visión de futuro respecto a la realidad del entorno.
Tomarse un tiempo para este ejercicio es una inversión que busca apartar a las empresas del statu quo o reenfocarlas luego de desorden usual ocasionado por épocas de crecimiento o recientemente por los tiempos de emergencia de pandemia.
Komentarze